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Los quemaos son terrenos que tienen mucho microrrizo en el que las raíces de los árboles y los micelios y filamentos de las trufas viven en simbiósis y donde se encuentran las trufas cuando llega su momento. En el caso de la trufa negra, por ejemplo, deben existir principalmente árboles o arbustos del género Cistus, Quercus, Corylus, Pinus o Fagus: jaras (Cistus albidus, C. ladanifer, C. monspeliensis C. crispus, C. salvifolius, etc),, encinas (Quercus ilex), carrascas (Quercus ilex subs. La trufa negra, Fresco Tuber Borchii melanosporum, vive unida a un árbol huésped, en suelos arcillosos-calizos, sueltos y permeables, con cierta pendiente, buena capacidad de drenaje y de escasa profundidad, que tengan un pH entre 7.6 y 8. Su micelio está unido de forma simbiótica con árboles (encinas, robles y avellanos, entre otros), formando micorrizas, elevando así el área de absorción radicular y nutriéndose del árbol huésped, incrustando las hifas extracelularmente en sus raíces y envolviéndolas tal como una funda, sin producirle daños al árbol. El sistema de formacion de los arboles sera de copa poco elevada, menos de 5 m, en forma de cono invertido y de follaje no muy espeso.

La Tuber Magnatum, conocida también como Trufa Blanca de Alba, es de origen totalmente silvestre ya que no se ha conseguido cultivar de forma industrial. Se han llegado a emplear cerdos (se menciona que son mejores las hembras) en su recolección. Aun cuando a primera vista se le considera tosca y poco atractiva, sin embargo, tiene el tesoro de un aroma y sabor inigualables, siendo estas cualidades organolépticas las que la hacen única y codiciada. Hoy en nuestro país hay dos proyectos principales: Trufas Del Nuevo Mundo, con ya 50 hectáreas cultivadas, y Trufas La Esperanza, con quince, a los que se suman otros productores de escala mucho más pequeña. Por eso quedaron miles de hectáreas en barbecho donde de a poco se expandieron los robles, y con ellos estos hongos. Estamos hablando de las Tuber melanosporum, las famosas trufas negras, uno de los hongos aromáticos más admirados por el mundillo gastronómico, que puede alcanzar los 3000 dólares el kilo en subastas.

No hay duda de que hablamos de uno de los hongos más caprichosos, ya que selecciona mucho las características del terreno y hábitat para crecer. Nos resultan una de las alternativas más fáciles de preparar de los clásicos bombones de chocolate, ya que no necesitamos ni el fuego, ni ningún tipo de molde, para elaborarlas. Después la hacemos rodar sobre la cobertura que deseemos - fideos de chocolate, fideos de colorines, cacao en polvo… Por cierto que llevaba a Jacinta la gran ventaja de poder satisfacerse y dar realidad a su pensamiento. Sin embargo, fue hasta el siglo XX cuando el gran cultivo del llamado "oro negro" se volvió una realidad. Existe una demanda importante de este cultivo y la oferta es aún acotada. También es verdad que depende de muchos factores como puede ser la calidad o la oferta que haya en ese momento. El precio de este alimento depende mucho de la oferta. Su sabor recuerda a las nueces y su aroma es intenso, resultando un buen comestible, aunque no llega a presentar la calidad de las trufas anteriores por lo que su precio es inferior. Ahora bien, no toda la vegetación que acompaña a los simbiontes es de igual manera susceptible.

En su origen, las trufas crecían solo de manera silvestre, bajo la tierra de los antiguos bosques europeos, entre grandes robles y encinas. Su hábitat natural son los bosques del sur de Francia, Italia y España. Las principales zonas de trufa cultivada en España se encuentran en Teruel, Zaragoza, Guadalajara, Cuenca, Soria, Logroño, Navarra, Castellón y Valencia. Francia, Italia y España son los principales países productores de trufas cultivadas. Los mejores terrenos son los que se sitúan entre los 600 y los 1000 metros de altitud, con unas precipitaciones entre los 500 y los 900 litros anuales. Además, al igual que otros hongos, necesita hacerlo en un entorno especifico y bajo ciertas condiciones climáticas. Además, la búsqueda de trufas está sujeta a temporadas y puede variar según la región y las condiciones climáticas específicas. Esto, combinado con la dificultad de replicar las condiciones exactas de su hábitat natural, contribuye a su escasez y, por lo tanto, a su elevado precio. Barbarita tenía la chifladura de las compras.